
Savasana, la postura del cadáver, debe adoptarse al menos durante 3 minutos después de cada sesión de yoga. Este es el momento de dejar que el cuerpo se relaje por completo. Comience acostado boca arriba. Deje que los pies se extiendan hacia abajo con una anchura mayor que la de las caderas. Junte los hombros y bájelos sobre la espalda y lleve las manos a los costados. Cierre los ojos y deje que la respiración siga su ritmo natural.